Pieza de videoarte para una instalación titulada Veritas Curat diseñada para ser proyectada en un bucle contínuo en tres pantallas en torno a una cama de hospital real, transformando al espectador en un paciente virtual.
Un proyecto interdisciplinar en colaboración con Natasha Hall, con la asistencia del compositor Daniel Alzamora-Dickin, el cirujano plástico Dr. Roca, el coro Orfeo Artanec, el Hospital Universitario de Son Espaces y el Ajuntamiento de Palma.
La composición musical se basa en música de sincronización de ondas cerebrales y se inspira en los usos médicos de sonidos y determinadas frecuencias. Por lo tanto, se recomienda el uso de auriculares para apoyar las estructuras biológicas y la simetría de los hemisferios cerebrales y de esta forma "sentir" plenamente la pieza.
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Esta videoinstalación anima al visitante a contemplar las múltiples sensaciones de ser un paciente de hospital y la experiencia de trascender la experiencia hospitalaria al contexto del arte contemporáneo.
Está constituida por una cama de hospital real, rodeada de cortinas de hospital convencionales sobre las que se proyecta la grabación. Los proyectores están fuera del espacio interior, proyectando una imagen filmada en alta definición (1920x1080/60fr) por tres cámaras sincronizadas, de forma que lo situado en el interior de la instalación no proyecta sombras.
Se invita al espectador a interactuar con el espacio, recostándose o sentándose en la cama y, para sumergirnos aún más en la experiencia alucinatoria de un ambiente hospitalario, unos altavoces colocados debajo de la cama emiten audio grabado en el interior de un hospital mezclado con frecuencias curativas, sonidos de la naturaleza y de canto, para crear una sensación de escapismo y múltidimensión dentro del tiempo y el espacio.
La pieza está realizada en colaboración con Natasha Hall, compañera de un programa de desarrollo creativo profesional llamado 'Les Cliniques' dirigido por la directora del Museo Es Baluard de Arte Contemporáneo de Mallorca, Nekane Aramburu.
El ambiente del hospital y la participación de profesionales médicos sitúan al espectador en un ambiente real en el que se cuestiona la naturaleza de la relación médico/paciente, la verdad objetiva de un diagnóstico, el papel del médico para autorizar al paciente a tomar decisiones informadas sobre las opciones de tratamiento y el concepto de cura.
Todos en algún momento hemos sido, o seremos un paciente, y por lo tanto esta instalación hace referencia a esta experiencia, unificadora de la condición humana.
Las dos escenas de la naturaleza representan el escapismo de la realidad, los recuerdos, los sueños, las drogas y la esencia que trasciende una experiencia en el hospital. La continuidad de la vida se refleja en el bucle continuo de vídeo y la fluidez de las imágenes elegidas, que facilitan al espectador que entra la comprensión de la instalación en cualquier momento.
La escena en la Iglesia conecta esencialmente con la realidad de la vida, la mortalidad eventual y la importancia de vivir en el momento. El coro canta "Ave Verum" de Mozart, que se inspiró en un himno eucarístico de hace mil años y 'Verum' se traduce como la verdad. El coro se abrumó visiblemente por las emociones mientras filmábamos, su empatía con un paciente virtual como un miembro de la familia al borde de la vida y la muerte fue una de las emociones más hermosas de grabar este video.
Aunque yo estoy seguro de que nadie va a tumbarse en la cama, Natasha abraza las posibilidades lúdicas de la interacción del espectador. Para ambos el proyecto es sin duda un ejercicio de humildad y reflexión.
Esta colaboración interdisciplinar ha sido posible con la ayuda del compositor Daniel Alzamora-Dickin, el cirujano plástico Dr. Roca y el coro Orfeo Artanec que participaron en el video, la psicólogo Dr. Gratton especializada en trauma severo, el editor internacional de cine Gareth C. Scales , el Hospital Universitario de Son Espases y el Ajuntament de Palma.